El hombre sedentario

Hoy, leyendo el periódico como hago cada día, me he encontrado con varias noticias sobre el impacto que la tecnología está teniendo sobre la sociedad. Los títulos de los artículos eran los siguientes: "basta con un anillo para transmitir información entre los dispositivos táctiles“, “el campo del futuro se cultiva con tractor pero sin conductor”, “ciudades inteligentes: ¿un adiós para siempre al vuelva usted mañana?”, “un iPhone 5 explota y hiere en el ojo a una joven china”, “otro joven chino, en estado de coma después de electrocutarse con su iPhone”. Tractores que van solos, móviles que explotan, ciudades que se dirigen solas. La sociedad de estos días que corren es totalmente dependiente de las tecnologías. Estamos ante una situación totalmente descompensada, el organismo del ser humano no está preparado para el mundo sedentario que nos espera a nosotros y a nuestros descendientes. Por no hablar sobre el impacto medioambiental que tiene la tecnología. Lo que da vida a esos sistemas tan complejos de cableados y chips, en su mayoría, es la electricidad común de los hogares, lo cual hace más complicada la reducción de las centrales nucleares, ya que se eleva en gran medida el gasto eléctrico. Un tractor es para ser usado por una persona, pero si a esa persona le quitas su tractor, se quedará sin oficio. Igual pasa en las fábricas de conserva, industrias mecánicas, etc. Una de las preguntas que deberíamos hacernos todos es: si el número de humanos cada vez es mayor, y estos a su vez están reduciendo los oficios posibles a ocupar, ¿cuál será la tarea del ser humano en el planeta? Para responder a esta pregunta utilizaría la expresión “el tiempo lo dirá ”. Se dice que un cuchillo es un arma blanca, pero ¿no lo es también un teléfono móvil? Con un cuchillo puedes herir a alguien que tengas cerca, pero muchos son los casos en los que adolescentes sentados en sus sofás con un móvil en sus manos, han llegado a causar el suicidio de otra persona, algo así como un asesinato a distancia. El tiempo lo dirá, sí, pero… "es de sabios rectificar" a tiempo.

Carlos Hurtado. 2º Bach-C