Isabel Sáez
Balibrea 1º BTO.
¿Qué
es el amor? Siendo tratado principalmente como un sentimiento
positivo hacia alguien o algo y visto desde diferentes perspectivas a
través de distintas ciencias, el amor, a mi juicio, es lo que nos
mueve a hacer lo que realmente nos gusta, a sentir emociones, a
disfrutar y a valorar lo que tenemos.
Veamos
cómo podría ser visto el amor desde algunas ciencias. En
matemáticas
el amor es el punto que se halla en el lugar de la intersección de
dos trayectorias diferentes que le da sentido a la recta, aunque por
otro lado también se suele decir que es un infinito a pesar de que
unos infinitos son más grandes que otros. En filosofía
el amor se ha tratado de distintas formas y ha dado lugar a múltiples
discusiones, llegándose a la conclusión de que reside
principalmente en el “eros”
y en el “ágape”.
Y en mi opinión, el ágape
es la mejor forma de amor, ya que consiste en la entrega incondicional
hacia la persona a la que amamos sin esperar nada a cambio, pues
dicha palabra se empleaba en la Antigüedad para referirse al amor
hacia la pareja y al amor paterno-filial y se presentaba en
contraposición a la palabra “eros”,
que estaba más referida a un amor con más condicionamiento sexual.
La biología
explica
que el amor es un sentimiento intenso dentro del ser humano que se
inicia en la corteza cerebral e involucra a distintos mecanismos y
sistemas del cuerpo y que, por eso, es como un proceso que va por
niveles, de modo que al principio de una relación o cuando todavía
estamos conociendo a otra persona se dice que sentimos mariposas en
el estómago. Y, por último, el amor en la literatura
es considerado el vínculo fundamental de la unidad universal, por lo
que nos muestra los diferentes tipos de amor en el mundo de la
literatura: el amor sensual, el idealizado, el recíproco, el
trágico, el imposible, el tirano y el cortés.
No
obstante, yo quisiera ver el amor aplicado en nuestra vida teniendo
en cuenta los tipos de relaciones amorosas que se nos presentan cada
día de una forma u otra:
El amor
materno-filial
que se da entre los padres con sus hijos. Desde mi punto de vista,
es uno de los más puros que hay a pesar de que pueda estar
contaminado debido a la sobreprotección o las mentiras, porque unos
padres quieren a sus hijos por encima de todo y los aceptan tal y
como son y siempre que lo necesiten van a ser un apoyo y una sabia
fuente de consejos.
El amor
erótico,
que suele ser sentido hacia aquella persona que denominamos nuestra
pareja o que encontramos especial, por lo que es exclusivo y entra
en juego la atracción sexual y es, sin lugar a dudas, el más
contaminado debido a los celos, las dudas, la desconfianza, el
control y la posesión sobre la otra persona
El amor
de amistad
dedicado a los amigos, en los que confías y con los que sabes que
puedes contar porque están contigo a las duras y a las maduras,
siempre te ayudan en todo y acaban haciéndote reír incluso en los
momentos más difíciles.
El amor
hacia el desconocido,
el cual es, en mi opinión, el más puro porque consiste en hacer,
sin pensarlo dos veces, algo por alguien que seguramente no te lo
va a devolver.
No
obstante, cada día veo que las personas se empeñan en decir que el
amor solo existe hacia la pareja, hacia aquella persona a la que
encontramos especial; que el amor aporta la felicidad completa y que
la necesidad es sinónimo de amor. Pero yo pienso que el amor es solo
una parte de nosotros porque cada uno es el responsable de su propia
felicidad y que la necesidad no es sinónimo de amor. Dicho esto, me
gusta pensar que el amor es como la materia, ni se crea ni se
destruye, se transforma, si no ¿cómo podríamos explicar que el
amor hacia un amigo se convierta en amor erótico y viceversa?
Mi
experiencia me ha llevado a la siguiente conclusión: estamos
condenados a obedecer a nuestros sentimientos y aceptamos el amor
que creemos merecer.